Basada en la novela autobiográfica de J. G. Ballard, El Imperio del Sol (1987) explica la historia de un chico inglés, James Graham (encarnado por un Christian Bale de 13 años), cuya privilegiada vida se ve quebrada por la toma de Shangai por parte de los japoneses el 8 de diciembre -¡mi cumple!- de 1941. En éstas que a la larga capturan a James, separándolo de sus papis, y lo encierran en un campo de confinamiento, junto con prisioneros norteamericanos. James se ganará el sobrenombre de Jim y empezará una nueva vida en el campo de confinamiento, conviviendo con el hambre y la enfermedad.
Jim: No recuerdo qué aspecto tienen mis padres.Basie: Jim, ¿es que no te he enseñado nada?Jim: ¡Sí! Me has enseñado que la gente hace cualquier cosa por una patata.
Lo curioso de esta película quizás, es que no se basa tanto en el "japos malos, resto-del-mundo buenos", sinó que James se siente admirado tanto por los soldados Norteamericanos, como por los japoneses que los mantienen prisioneros.
Jim: Si los americanos aterrizan, los japoneses pelearán.Dr. Rawlins: ¿Admiras a los japoneses?Jim: Bueno, son valientes, ¿no?Dr. Rawlins: Eso es importante, ¿verdad, Jim?Jim: Es importante si quieres ganar una guerra.Dr. Rawlins: Pero no queremos que ganen, ¿no crees? Recuerda, somos ingleses.Jim: [sobre las tropas japonesas acampadas cerca] Casi parece que estén esperando a que ocurra algo...John: Sí.Jim: No parecían enfadados ni nada...Maxton: No se trata de su enfado; se trata de su paciencia.
Por lo demás, creo que será una película con el sello Steven Spielberg, es decir, buena producción, con unos efectos especiales de buena factura, y sentimentalismos de clásica película norteamericana, como la amistad, la familia, la esperanza, y todo aquello que hace a Hollywood lo que es Hollywood.
Estoy convencido de la importancia de la parte sentimental, pues eligieron a Christian Bale de entre 4000 otros niños para el papel principal, así que Spielberg sabía bien dónde recaía el peso de la película.
"¡Bocazaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!"
Jim: Estaba soñando con Dios.Mary: ¿Qué ha dicho?Jim: Nada. [sonríe] Estaba jugando a tennis. Quizás ahí es donde está siempre y por eso no lo podemos ver cuando estamos despiertos, ¿no crees?Mary: No sé. No sé nada sobre Dios.
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